Propuesta para pabellón peruano en Venecia // 2019
Redefiniendo el balance
… me reúso a pensar en la arquitectura como disciplina conducente al impacto. ¿Qué corta transversalmente? ¿Qué preguntas sintetizan? ¿Cómo podemos pensar en preguntas arquitectónicas en términos no arquitectónicos?… H. Sarkis.
El suelo que habitamos ya no es fijo, inamovible, y sin tiempo. Al contrario, es un suelo inestable, amenazante, peligroso y afectado por todo tipo de fenómenos naturales…
Fenómenos a los cuales debemos sumar el cotidiano esfuerzo del hombre para destruir la naturaleza y al mismo hombre.
Debemos aceptar que somos parte de un frágil equilibrio, que habitamos un suelo frágil y sensible, un suelo complejo en estricta relación con el ecosistema que lo define. Un suelo que requiere que reine el sabio entendimientos de sus diferentes culturas y la paz entre ellas para evitar su destrucción.
Khili // Jas-shoni
Existe en el Perú, una cultura que nos alumbra con su sabiduría ancestral. Una cultura que emerge en la medida en que el mundo llega a comprenderla. Una cultura donde no existe el hambre a causa de la desigualdad ya que todos tienen acceso a la naturaleza.
Una cultura dónde la acumulación, las amenazas entre hombres, el deterioro de la naturaleza podría acabar con ellos mismos en un instante. Un pueblo con una organización clara, multi-nuclear, con sentido de comunidad. Una organización en estricta relación con el suelo que ellos mismos construyen.
Una cultura en la que la comprensión de los fenómenos climáticos, de la flora y la fauna permiten vivir en un frágil equilibrio. Una cultura dependiente de la estricta comprensión de su suelo y del equilibro de todo evento que suceda sobre el mismo. Un pueblo que toma de la naturaleza un frágil material para construir con sus propias manos su propio suelo. Un suelo por demás de delicado, único, cuyas lógicas y cuyo cuidado habitan en cada uno desde sus pobladores, e invaden sus pensamientos en un increíble espectro que va desde la organización sociopolítica hasta la resolución de todo tipo de formas necesarias para la vida cotidiana, reemplazando incluso lo que en varias sociedades llamamos mobiliario. En otras palabras, el Perú nos ilumina con un verdadero paradigma sobre la “consciencia del habitar y la arquitectura”.
Con la misma sobriedad con la que Jas-shoni habitan conscientemente su suelo, millones de actores silenciosos construyen y luchan por un nuevo suelo alejado de todo desequilibrio. Nos referimos a grupos de personas, peruanas o no, que a través de sus obras y de su hacer cotidiano construyen un nuevo metabolismo capaz de unificar un pacto social y consciencia territorial.
Si bien son inabarcables e infinitos los esfuerzos que en el presente se realizan para contrarrestar el erróneo devenir, ningún esfuerzo ha logrado aún un grado de desarrollo arquitectónico tal como el de los Jas-shoni… popularmente conocidos como Uros.
Una cultura cuya identidad, cuyo espacio, cuya organización están definidos por una sola materia, y una sola técnica: la totora y el tejido.
PURA MATERIA, PURA ARTESANÍA, PURA ARQUITECTURA. UTOPÍA EN FORMA DE ISLA.
[g+ Daniel Álvarez + Jorge Ocampo ]